HISTORIA DE LA PATATA

La patata es originaria de los Andes chileno-peruanos (América) y llegó a España en 1560, pero se usaba como planta decorativa, no comestible. Conocida como ‘raíz del diablo’, tuvo que ganarse la confianza de los europeos para formar parte de nuestra gastronomía.

En los siglos XVI y XVII surgió un debate en Europa sobre su consumo: unos defendían sus propiedades medicinales, pero otros la acusaban de causar enfermedades. Por todo ello, la patata estuvo apartada de las mesas, hasta que una serie de plagas asolaron los castaños en el siglo XVIII y fueron el único modo de evitar la hambruna.

La patata es el cuarto cultivo
alimentario mundial por sus
cualidades gastronómicas

En Galicia, se cultivaba ya en el año 1607, pero su expansión llegó a mediados del siglo XVIII como consecuencia de la crisis cerealera de 1768-69. Así, desde finales del siglo XVIII el cultivo de patatas, tanto en secano como en regadío, es uno de los rasgos más destacados del paisaje agrario gallego.

Su consumo creció rápidamente, y en el siglo XIX se comenzaron a estudiar todas las variedades de este tubérculo. El 1860, Louis de Vilmorin, un prestigioso químico, botánico y genetista francés, elaboró una obra en la que catalogó 177 variedades. A partir del siglo XX, una amplia selección de muchas de ellas dio excelentes resultados, lo que, unido a nuevos métodos de cultivo y tecnologías en los procesos de producción, ha mejorado rendimientos y también sus cualidades. En la actualidad, la patata es una de las grandes reinas de la gastronomía.

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