NUTRICIÓN

Además de su espectacular sabor, las patatas son fuente de vitaminas B6, C y B1; también aportan hierro, potasio, fibra, magnesio, zinc y cobre, ácido fólico y carbohidratos.

Cocidas o asadas, son un alimento prácticamente libre de grasa: una ración media de patatas cocidas sin piel (180 gramos) contiene unas 140 calorías, contenido energético muy inferior al de la misma cantidad de pasta o arroz.

La ventaja de la patata es que, además de carbohidratos, aporta una cantidad considerable de micronutrientes como aminoácidos lisina y triptófano; junto a la fibra, que facilita la digestión: una ración de 180 gramos de patatas cocidas proporciona 3 gramos de fibra, lo que representa más del 10% del consumo diario recomendado.

También son una fuente de vitamina C. La misma ración media contiene unos 10 mg, una octava parte de las necesidades de una persona adulta. Las patatas nuevas contienen el doble de esta cantidad, así que ayudan a tener piel, dientes, encías, músculos y huesos sanos, y también contribuyen a la absorción del hierro procedente de fuentes vegetales.

No sólo eso: este maravilloso tubérculo contiene varias vitaminas del grupo B. Una ración media posee más de una sexta parte de las necesidades diarias de un adulto de las vitaminas B1, B6 y folato, que juegan un papel importante en el metabolismo de los carbohidratos para proporcionar energía y mantener la salud de la piel y el sistema nervioso.

Además, son una buena fuente de potasio, fundamental en el proceso de contracción muscular, transmisión de impulsos nerviosos y regulación de presión arterial. Y casi no contienen sodio.

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